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29/9/20

#EduEmocionalMooc Empatía

 

Ilustración: Gennady D. Pavlishin
El reto de esta semana va sobre la empatía.

Una forma coloquial de ver la empatía es ponerte en los zapatos de la otra persona. Pero esto no es algo tan sencillo como puedes ver en este simpático cuento oriental en el que un alce y una zorra intercambian sus patas.

Es muy difícil ponerse en la piel de otra persona. Pero sí se pueden hacer acciones sencillas para mejorar la empatía.

Tarea 1

Acciones para mejorar la empatía.

Dar tiempo al tiempo

A menudo, cuando estás en un curso y conoces algún compañero con el que vas colaborar parece que todo hay que hacerlo enseguida. Sin embargo, no todo el mundo tiene la misma cantidad de tiempo libre y en el mismo espacio de tiempo.

Como dice la sabiduría popular: la prisa nunca es una buena consejera.

Preguntas abiertas

Es lógico que quieras conocer cuanto antes a la persona con la que vas a colaborar. Pero tiene que tener espacio para expresarse a su modo, aunque no entiendas del todo lo que dice. Ya habrá tiempo para entrar en detalles.

Escucha activa

Detrás de cada expresión de ideas, hay detrás unas emociones y unas necesidades que no son fáciles de ver a primera vista.

Llegar a ser consientes de ellas lleva su tiempo.

Como dice un proverbio oriental: Se tarda más de un año en darle la vuelta a una persona.

Ciao

Ciao significa en italiano hola y adiós al mismo tiempo. Hay personas que son auténticos vampiros emocionales que te chupan la energía sin que te des cuenta.

En ese caso, más que empatía lo que se necesitan son dos buenas piernas para poner tierra por medio lo antes posible.

Tarea 2

Reflexión sobre este texto:

Cuando plantas una lechuga, si no crece bien no echas la culpa a la lechuga. Intentas encontrar las razones por las que no está creciendo correctamente. Puede que necesite fertilizante, o más agua, o menos sol. Nunca le echas la culpa a la lechuga. Sin embargo, cuando tenemos problemas similares con nuestros amigos o familiares solemos echarles la culpa. Pero si sabemos cómo cuidar de ellos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar al otro no tiene ningún efecto positivo, y tampoco lo tiene el intentar persuadir usando razones o argumentos. Esa es mi experiencia. No culpar, no razonar, no argumentar, solo comprender. Si comprendes, y demuestras tu comprensión, puedes amar, y las cosas pueden cambiar.

Algo parecido me ha pasado hoy. Durante varios días lancé propuestas en un curso de labs que estoy haciendo sin obtener apenas respuestas.

Y hoy me han venido todas las respuestas de golpe. Como apunté en el punto 1 de la Tarea 1, hay que dar tiempo al tiempo.

Los proyectos son como las lechugas... necesitan su tiempo y su cariño para poder llevarlas en condiciones a la ensalada.

2 comentarios:

  1. Que lindo me encantó la propuesta y la reflexión!!!

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    1. Muchas gracias, María Victoria.

      La verdad es que el cuento de Martes (yo llamo así a la autora del blog) me ha hecho medio reto.

      Ponerse en la piel de otra persona no es nada fácil y puede traer muchas consecuencias.

      Un abrazo

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